Prueba: Mercedes E Cabrio 250 CDI 7g-Tronic, saludables brisas
No esperes al verano para pulsar el mando que en unos 20 segundos el Mercedes E Cabrio guarda su techo en el ma¬letero y por unos segundos más, sube las cua¬tro ventanillas. Una impecable coreografía de tiempos y ajustes mecánicos que deja al descu¬bierto un vehículo pasional, por su belleza, tec¬nología, calidad y naturaleza cabrio.

No hace tanto viajar en descapotable era hacerlo acompañado de vientos huracanados. Hoy día, los túneles de viento seguro que han ayudado a amainar esas corrientes que fluyen por elhabitáculo, que no por 'emocionantes', terminaban por ocasionarte dolor de cabeza y afonía por intentar mantener una conversación con tus acompañantes. En este sentido, el Mercedes E Cabrio es un descapotable soberbio, si al menos incorporas el paquete confort que ofrece opcionalmente y que incluye uneficaz paravientos trasero y un deflector delantero, ambos de accionamiento eléctrico.
A la velocidad que te mueves en ciudad, no te harán falta, pero en carretera, y mejor una vez subidas las cuatro ventanillas a toque de una sola tecla, conseguirás ese utópico equilibrio sensaciones/comodidad que te permitirá alcanzar unas velocidades y recorrer tantos kilómetros, como para de verdad disfrutarlo cuanto quieras como cabrio. El deflector del marco del parabrisasresulta especialmente eficaz desviando las corrientes que despeinan tu cabeza, pero también es cierto que genera un mayor ruido aerodinámico. Tú decides activarlo, pero en cualquier caso, la burbuja que se crea en el habitáculo te permite tanto mantener una conversación a tono bajo, como escuchar perfectamente la excelente radio del E Cabrio.
Jugando con la climatización y la orientación de los aireadores, puedes crearte un microclima aislado del exterior. Y no pienses que es más fácil combatir el calor. Los asientos calefactados te procuran un calor corporal agradabilísimo y dentro del paquete confort, el Mercedes E Cabrio dispone también de una 'bufanda térmica' que no es para menos. Este último invento dirige desde el reposacabezas una corriente de aire caliente a tu cuello, una zona en la que por su sensibilidad, agradecerás sentir ese gratificante calor para amortizar tu Cabrio en 'temporada baja'.
Todavía no se ha inventado nada para seguir descapotado si se pone a llover, pero si te sorprende una tormenta, hasta 40 km/h podrás volver a colocar el techo en 'su sitio'. Sí, es de lona, no rígido como en los SLK y SL, pero robustez y estética al margen, resulta tan hermético y fiable como los de aquellos roadster. De hecho, no es casualidad que uno de los aspectos que ha sorprendido a nuestro Centro Técnico haya sido la bajísima sonoridad medida, no solo entre cabrios de lona, también entre berlinas equivalentes.
La condición de cabrio también ha cuestionado la calidad de construcción y de rodadura de los descapotables, pero de nuevo el Mercedes E Cabrio nos indica hasta dónde han llegado a día de hoy. La pérdida de rigidez estructural del chasis, especialmente en los 4 plazas, derivan en vibraciones y a su vez en ruidos, como también en falta de precisión dinámica. Hay cierta dispersión en cómo he sentido al E Cabrio, porque según qué imperfecciones del asfalto o frecuencia de trabajo de las suspensiones, ciertas vibraciones del pilar A del marco del parabrisas y ruidillos del techo cuando está instalado, me recordaban que estructuralmente es más flexible. Pero en cualquier caso, he llegado a extrañar esto en el E Cabrio, porque hasta ese momento todo son excelencias. Además, no dejan de ser percepciones superficiales que no intervienen en una dinámica muy sólida y precisa, de enorme calidad.
Hemos dispuesto de un E Cabrio con el paquete deportivo AMG, que entre otras cosas, rebaja la suspensión, potencia los frenos y aumenta el ancho de los neumáticos. Con la amortiguación variable mecánica Agility Control, la respuesta dinámica como coche deportivo es soberbia. Sientes que pisa muy bien, que es rápido de dirección y sólido en los apoyos. Frena enérgicamente sus casi 2 toneladas y sientes que está preparado para la conducción más despiadada por tu parte, vayas descubierto o cerrado. Su ESP integra disimuladamente sus aportaciones cuando flirteas con su lejano subviraje. Interacciona contribuyendo a retomar la trazada sin perder velocidad, no frenando descaradamente, con lo que no pone en duda su también filosofía coupé.
Por otro lado, el E Cabrio tiene otra enorme cara amable. Los amortiguadores variables te ofrecen un buen confort de bacheo según las circunstancias. Y a baja velocidad se muestra muy suave, por ejemplo, filtrando reductores de velocidad, y cuando se torna más firme por aumentar la velocidad, sigues percibiendo que es un automóvil especialmente cómodo.
Pulmón Diesel
Las mecánicas Diesel también han contribuido a normalizar el uso y disfrute de loscabrios. Ya no suenan y 'huelen' como para estropear el ambiente que se oye y respira en un descapotable y el agrado de conducción y eficiencia energética son incuestionables. Bajo la denominación 250 CDI, el Mercedes E Cabrio esconde un bloque de 4 cilindros y 2.2 litros con sobrealimentación por 2 turbos: uno pequeño específico para bajo régimen y otro más grande para alto régimen. Quizás pienses que todo un Mercedes de este porte se merece el tacto y acústica de un V6, pero no le negarás a este 2.2 un rendimiento y respuesta soberbias.
Sus 51 mkg a 1.600 rpm son propios de un buen bloque de 3 litros y no le falta la suave transición que obtendrías de un 6 cilindros. Abunda el empuje y la progresividad en cualquier situación y hace mejor al ya de por sí excelente cambio automático 7G-Tronic. Mueve en 7ª tanto desarrollo como para queno necesites llegar nunca a 2.000 rpm a las velocidades legales en nuestro país. Y en esa corta franja de trabajo se basta para recuperarse en las marchas más altas sin que el cambio proponga continuas reducciones. Diseño, disfrute, practicidad, prestaciones, economía. A todo llega este E Cabrio 250 CDI.
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